Denis Boglio – Cardona – 15/09/2018
Dos casos confirmados de jabalíes salvajes infectados por la PPA han sido detectados en el sur de Bélgica cerca de la frontera francesa. Hasta ahora existían varios brotes en los países del este que habían provocado el sacrificio de cientos de miles de animales. Estos dos nuevos casos, de los que se está investigando el origen, representan un salto de 1.000 kms desde el foco de infección más cercano, lo que genera muchas preguntas sobre cómo se ha podido propagar. Una de las hipótesis investigada es justamente la de los viajes cinegéticos de cazadores belgas en Europa del Este.
Esta enfermedad, que no se transmite a los humanos, es altamente contagiosa y letal para los animales. No existe ni tratamiento ni vacuna. Las recomendaciones sanitarias a los cazadores para limitar los riesgos de contagio son:
- Evitar cazar en las zonas afectadas.
- Limpiarse las manos con jabón después de cada cacería.
- Limpiar y desinfectar las botas, cuchillos y cualquier material que haya estado en contacto con jabalíes, restos de jabalíes o lugares donde se han limpiado jabalíes.
- Limpiar los vehículos de la cacería por fuera y por dentro.
- Evitar el uso de perros.
- No transportar restos de animales ni trofeos.
- La prohibición de entrar en una granja porcina en las 72h después de la cacería.
Las autoridades belgas han prohibido la caza en esta zona mientras que las francesas la han restringido en las zonas fronterizas y han incrementado los controles veterinarios en las granjas de 4 provincias del norte del país. Por su parte, la Federación Francesa de Caza ha organizado una campaña de información y de formación en el ámbito nacional para sensibilizar a los cazadores sobre este preocupante problema.
En 1957 fue la primera epidemia en Europa, que comenzó en Portugal, luego se esparció en España y finalmente en Francia, hasta que fue erradicada en los alrededores del año 1990. Más recientemente, la enfermedad llegó a Europa el año 2012 detectándose en Ucrania, probablemente desde Rusia donde es ahora endémica (desde 2007-2008), y se propagó a Bielorrusia (2013), Lituania, Polonia y Letonia (2014), Estonia (2015) y República Checa ( 2017), donde se instalaron barreras olfativas para limitar los movimientos de jabalíes, con aparente éxito, ya que a continuación se detectó la PPA en Rumanía (donde se tuvieron que sacrificar más de 140.000 cerdos este verano), luego en Bulgaria, y desde esta semana, en Bélgica.