Gencat – 13/12/2016 – Barcelona
El Govern ha acordado hoy crear una Comisión Interdepartamental de Prevención de Riesgos y Daños producidos por las especies cinegéticas. La creación de esta comisión es una de las acciones concretas que contempla el Plan de prevención de daños impulsado por el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación.
Esta nueva comisión está integrada por representantes del Departamento de Agricultura, de Territorio y Sostenibilidad, de Interior y de Salud, y coordinará la acción del Gobierno entre los diferentes departamentos dado que la problemática actual es absolutamente transversal y afecta a gran parte del país.
ecosistema desequilibrado
La evolución cultural de la sociedad catalana, más los cambios en determinados usos territoriales y el establecimiento de zonas de especial protección, han ido dejando en segundo plano la actividad cinegética, que se considera exclusivamente como actividad de ocio. La consecuencia ha sido el incremento descontrolado de determinadas especies de fauna salvaje, lo que nos ha conducido al desequilibrio del ecosistema ya una situación de conflicto y riesgo en todo el país.
Las densidades de jabalí, por ejemplo, se han multiplicado por 7 en el conjunto del país en los últimos 15-20 años. En el caso de los conejos, las poblaciones medias en Cataluña se han multiplicado por más de 6.
Los daños a la agricultura y accidentes de tráfico
Durante el período 2003-2015 se han autorizado un total de 24.874 operaciones de capturas excepcionales por daños a la agricultura. El 48% fueron para realizar controles de jabalí como especie responsable de los daños. Sólo el pasado año se emitieron 4.500 autorizaciones. En 12 años se han multiplicado por 9 las autorizaciones por daños a la agricultura.
Los ungulados, pero también los zorros y en menor medida liebres y conejos, están muy relacionados con accidentes de tráfico. Generalmente, se cumple que, a mayor densidad y abundancia de estos animales, más accidentes. Entre 2008 y 2014, tuvieron lugar 6.200 accidentes de tráfico con animales. En 2014 se produjeron unos 1.900 accidentes con animales, 1.200 de los cuales con ungulados cinegéticos. Se calcula que existen entre 700 y 1000 accidentes anuales con jabalíes.
Por tanto, estamos ante un medio desequilibrado, de una problemática de país que hay que enderezar. Es necesario aplicar todas las medidas necesarias y posibles para superar esta problemática y llegar al escenario de una población de fauna cinegética estable que no genere conflictos.
Un nuevo Plan de actuaciones con una visión integral y más efectiva
La situación actual requiere una actuación transversal, un trabajo interdepartamental a nivel de la Generalitat e interadministrativo (diputaciones, ayuntamientos). Y también, aparte de la administración, implicar a los diferentes sectores de manera global (cazadores, campesinos, industrias cárnicas, universidades y grupos de investigación, etc.) Por tanto, es necesario transformar el paradigma actual, modificar leyes y normas, buscar nuevas tecnologías y buenas prácticas, formar e informar a los ciudadanos y emprender el camino hacia esta nueva situación con poblaciones equilibradas y bien distribuidas por el territorio
El Plan de prevención de los daños y riesgos originados por la fauna cinegética tiene como objetivo general establecer un nuevo marco legal, administrativo y operativo, a fin de hacer frente a los nuevos retos que generan los elevados niveles poblacionales que han alcanzado diversas especies cinegéticas. Se trata de prevenir y controlar de forma eficiente y sostenible los riesgos y los daños que generan.
La estrategia que se pone sobre la mesa es la necesidad de equilibrar el ecosistema y buscar unas poblaciones estables que no generen conflictos y minimizar los existentes. Es necesario hacer frente a todos los impactos que tienen los daños de la fauna salvaje en: sanidad animal y salud por las personas, agricultura y ganadería, accidentes y seguridad en las vías de comunicación y biodiversidad y espacios naturales. El reto es buscar un nivel sostenible de estas poblaciones de fauna cinegética para que estén en equilibrio y en lugar de ser un problema sean una oportunidad en los territorios rurales.
Un conjunto de medidas para equilibrar el ecosistema
El plan se estructura en tres ejes principales: las mejoras del marco legal, la coordinación y la participación, y las acciones de mejora en gestión y prevención.
Mejoras del Marco legal
- Elaboración y tramitación en el Parlamento de una Ley de Caza de Cataluña: La nueva Ley (la existente es de 1970) debe contribuir a la gestión sostenible de los ecosistemas y al equilibrio territorial. Debe tener en cuenta las diferentes actividades y sensibilidades de la ciudadanía y convertirse en un verdadero motor de dinamización y orientación de los sectores económicos y del desarrollo rural y de montaña.
Actualmente, la actividad cinegética está diseñada legislativamente, hasta la fecha, como una actividad de ocio, mientras que emerge otra necesidad, más social, que es el control de daños y la gestión por un medio equilibrado y sostenible. La nueva ley debe explorar e implantar nuevos modelos y definir y promover una función mucho más social de la actividad cinegética. Necesitamos una Ley que permita regular mejor los derechos y deberes y que modernice y adapte la caza al siglo XXI.
- Elaboración y tramitación interdepartamental del Decreto de comercialización de carne de caza: Este Decreto, consensuado con los sectores implicados y en fase final de elaboración por parte de los departamentos de Salut y Agricultura, establecerá los requisitos sanitarios de recogida, transporte y comercialización de la fauna cinegética. El objetivo es regular la comercialización de la carne de caza para garantizar la seguridad y fomentar una actividad económica ligada a la gastronomía y el territorio.
Coordinación y participación de la administración y agentes implicados
- Creación de una Comisión Interdepartamental de Prevención de Riesgos y Daños de Especies Cinegéticas. Creada hoy por el Govern, se pondrá en funcionamiento de forma inmediata para proponer y evaluar las estrategias para garantizar el cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos y daños por parte de los diferentes departamentos de la Generalitat. También elaborará instrumentos que impulsen la aplicación de los principios de buenas prácticas y conductas recomendables para prevenir daños y evitar riesgos. Además, promoverá trabajos de diagnosis y conocimiento para aplicar y mejorar la implantación de políticas de prevención.
- Creación de órganos de coordinación para prevención de daños en zonas de seguridad. En estas zonas, de alta densidad urbana, la gestión es compartida y se realizará con sus promotores, fundamentalmente ayuntamientos, y con la implantación de un sistema mixto de control de los daños entre la Administración, los cazadores y los campesinos. Se han iniciado dinámicas en este sentido en algunas zonas con éxito, como el Baix Llobregat o Lérida, y se pretende ampliarlas a otras zonas. Se trata de intensificar y mejorar también los mecanismos de control ya existentes en las llamadas zonas de seguridad (zonas en las que no se puede cazar por su proximidad con los núcleos urbanos).
- Desarrollo de planes piloto de prevención y mitigación de los daños en comarcas con problemáticas específicas y por especies determinadas.Estos planes piloto se han empezado a planificar específicamente por territorios y problemáticas muy concretas. Si los resultados son positivos están pensados para que se puedan transferir rápidamente y adaptar al resto de lugares de Cataluña donde haya situaciones análogas. Uno de los primeros planes pilotos que el Departamento de Agricultura ya ha puesto en marcha es referente a los daños producidos por el jabalí en la Catalunya Central, concretamente en la zona de Cabreres-Montseny (Osona). De acuerdo con representantes de la Federación de Caza, administraciones y campesinos se han consensuado unos acuerdos transversales que planifican las redadas para el año 2017 para ganar en efectividad.
Otro plan piloto es el Plan especial de control del jabalí, la especie que en estos momentos origina más conflictos en cuanto a accidentes de tráfico (86% de los accidentes con especies cinegéticas), daños al sector primario (48% de las autorizaciones excepcionales) y el riesgo sanitario para la ganadería y para las personas. Por ello, merece un tratamiento específico a escala de toda Cataluña.
Por último, un tercero plan piloto actuará en zonas vitivinícolas para incidir directamente sobre daños producidos en el cultivo del viñedo.
Acciones de mejora de la gestión y de la prevención
- Creación de una unidad administrativa específica y dotación para hacer frente al problema de los daños. El objetivo es agilizar y armonizar toda la actuación en el ámbito de Cataluña, a la vez que se gestiona la información y se coordinan las actuaciones en un único sitio. Ésta es una medida que ya está en funcionamiento desde el mes de noviembre. Permite entre otras una mejora y simplificación de la tramitación de los expedientes por daños.
- Ampliación del Plan de vigilancia sanitaria de la fauna salvaje. Se amplía con la extensión a enfermedades de interés humano y de interés para las especies salvajes, y la implantación de un control más efectivo. Se incrementan el número de muestras a animales salvajes para detectar posibles enfermedades como la tuberculosis, la triquina, la brucelosis o la sarna que pueden contraer los humanos. Asimismo está previsto crear un Banco de Datos Únicos de Zoonosis (enfermedades que se transfieren a las personas) para disponer de una buena red de comunicación que agrupe la información dispersa sobre sanidad animal y salud pública.
- Estudio y diagnosis de las causas del problema y de los efectos económicos de los daños sobre el parque automovilístico, la agricultura y la ganadería. El objetivo es conocer para actuar mejor y prevenir. Es totalmente necesario recoger informaciones de los diferentes territorios y afectaciones, realizar valoraciones y estudiar nuevas propuestas para poder luchar contra las sobrepoblaciones de determinadas especies y para prevenir daños. Es necesario realizar una gestión cinegética como función social y equilibradora del ecosistema, que incluya investigación, desarrollo y transferencia tecnológica en materia de prevención de riesgos y de daños, así como gestión agraria preventiva