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La oruga y el perro

M.D - Solsona - 02/29/2016

¿QUÉ ES LA PROCESIONARIA?

La oruga procesionaria (Thaumatopoea pityocampa) Es una mariposa que actualmente se presenta como una plaga muy extendida en los bosques y parques de pinos, lugares donde es fácilmente visible por las características bolsas que coronan las copas de la mayoría de árboles. En los últimos años ha aumentado peligrosamente su presencia en los bosques, lugares donde las personas, los perros cazadores y otros animales salvajes sufren las consecuencias.

Thaumatopoea pityocampa

Cuando se encuentra en su fase de oruga se alimenta de las hojas verdes de los árboles, haciéndola merecedora de una gran atención porque llega a comprometer seriamente la salud de las masas forestales. Al final del otoño realiza las características bolsas blancas que se observan en las ramas de los pinos y durante las últimas semanas de invierno, baja de los árboles para enterrarse. Para su descarga, se organiza en auténticas procesiones de orugas. Las larvas de este insecto son muy sensibles al frío en las primeras fases de su desarrollo. Por eso, las temperaturas excepcionalmente cálidas registradas en otoño y el inicio del invierno del 2015, favorecieron que muchas más orugas de lo habitual sobrevivieran. De esta forma, muchas más orugas llegaron al estado en el que la procesionaria es especialmente voraz, provocando una grave defoliación en los árboles, dejándolos en un aspecto lamentable.

pino afectado

Los episodios continuados de procesionaria y la sequía pueden hacer desaparecer los bosques de pinos.

En un principio estos árboles no acaban de morir, ya que la avidez de la procesionaria sólo afecta a las hojas verdes y es probable que las gemas cerradas broten de nuevo durante la siguiente primavera. Sin embargo, sí limita gravemente su crecimiento, dejando los árboles en unas condiciones muy vulnerables para hacer frente a parásitos u otras perturbaciones. Esta debilidad puede verse agravada si los episodios masivos de procesionaria se dan de forma recurrente y se van repitiendo en los años combinados con períodos de sequía. En estos casos, la supervivencia de los pinos sí puede verse comprometida, provocando que el lamentable aspecto de los bosques no tenga marcha atrás.

Estas orugas tienen en su superficie corporal hasta 500.000 pelos urticantes cada una, los cuales son muy volátiles. Con un poco de viento o un suave contacto, se desprenden y pueden causar graves reacciones tanto a animales como personas.

procesionaria
Ataque de Thaumetopoea en bosques de pino en el Solsonès

De momento no hay registrado ningún caso de mortandad de animales salvajes debido a la procesionaria aunque cazadores de las zonas más afectadas de este año (Berguedà y Solsonès) han observado una disminución de la población de zorros (Vulpes vulpes).

COMO AFECTAN LOS PERROS?

Los perros suelen tener contacto con las orugas vía oral o bien ocular, y en poco tiempo les provoca una reacción de urticaria intensa que viene acompañada por una salivación excesiva, malestar, hinchazón de la lengua, dolor, algún vómito y una conjuntivitis grave los ojos. En los casos donde llegan a lamerlas o tragárselas, se observa a la lengua una lesión rojiza que rápidamente evoluciona a un color morado o negro.

lengua afectada por la procesionaria

¿QUÉ PODEMOS HACER?

Si nos damos cuenta de que nuestro perro ha podido tener contacto con una procesionaria, inmediatamente hay que limpiar la boca del animal con un paño y agua tibia, para eliminar posibles restos, ya que el animal es incapaz de escupir. Seguidamente, el tratamiento médico debe basarse en una dosis de cortisona inyectable para reducir la inflamación y evitar la progresión hacia un shock anafiláctico, además de dar antibiótico, protectores gástricos y dieta blanda durante los siguientes 3 días.

En los casos donde se han producido lesiones de la lengua, hay que estar atento a su evolución, ya que frecuentemente acaba necrosante la zona que ha estado en contacto con la oruga y puede caer un fragmento de lengua. También es habitual ver que la glándula salivar que hay debajo de la lengua se hincha hasta salir por los lados y se la muerden. Los perros tienen riesgo de deshidratación porque pierden mucha agua con la salivación y no tienen capacidad de mover la lengua para poder beber.

Fuentes: Carla Bellera, CTFC, Clínica Veterinaria Setelsis, Raquel Castillo, SEFaS, Tres Torres Veterinarios.


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