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TENEMOS OSO

Isaac Pujols - Sort - 06/08/2017

La presencia del oso pardo (Ursus arctos) En los bosques de Cataluña es una realidad, de hecho, actualmente hay contabilizados casi una cuarentena de ejemplares.

En el periodo comprendido entre 1996 y 1997, el gobierno francés reintrodujo en los Pirineos franceses unos ejemplares provenientes de los Balcanes para garantizar la supervivencia de la especie. Esta actuación fue financiada e impulsada por Francia, España y la Unión Europea, con cargo al programa LIFE. En 2006 el gobierno francés liberó 5 ejemplares más de oso pardo con el fin de estabilizar la población.

El Proyecto PirosLIFE Cataluña se encuadra en los programas Life-Natura, cuyo objetivo es contribuir a la aplicación de la directiva comunitaria relativa a la conservación de la naturaleza para mantener y mejorar los hábitats naturales y las especies animales y vegetales de interés comunitario de los espacios designados dentro de la Red Natura 2000. El objetivo del Proyecto PirosLIFE, con una dotación de 2,5 millones de euros, es consolidar el futuro del oso pardo en los Pirineos en un marco de diálogo y colaboración con las personas, entidades e instituciones que posibilitan el desarrollo de este territorio de montaña. Las acciones contempladas en el proyecto pretenden mejorar el estado de conservación de una especie emblemática generando al mismo tiempo un clima de conocimiento, participación y coexistencia. Se considera que la presencia del oso en el ecosistema es vital para la preservación de otras especies.

Ós Bru - Parc Natural Alt Pirineu - Cinegeticat

Así, a través de este proyecto, el gobierno de la Generalitat (que no se había opuesto a ninguna de las dos reintroducciones anteriores), liberó el año pasado un nuevo ejemplar de oso pardo en Cataluña proveniente de Eslovenia con el objetivo de cambiar la consanguinidad que se había detectado. Según el técnico del Parque Natural del Alto Pirineo, Toni Batet, este nuevo ejemplar, llamado GOIAT parece que se ha adaptado muy bien en nuestra región y tiene bastante actividad sobre todo por la zona de Aran.

La casi cuarentena de ejemplares contabilizados no están en una misma localización geográfica sino que se van moviendo en solitario o pequeños grupos entre los valles de Francia, Cataluña y el Vall d'Aran. El oso no es un animal territorial, aunque conoce muy bien cada territorio por el que pasa. Es un animal que se desplaza en función de las necesidades alimenticias de cada momento. La alimentación de los osos en un 75% es de origen vegetal (pastos, frutos del bosque, semillas, raíces,…) y en un 25% es de origen animal (insectos, animales salvajes, domésticos,…). Es un auténtico oportunista y la mayoría de animales que se come son animales pequeños, débiles, viejos o enfermos, muchos de ellos ya previamente fallecidos por otras causas, ejerciendo así una tarea de selección natural en el ecosistema.

En Cataluña, el año pasado los osos provocaron la muerte de una treintena de ovejas, algún pollino y dañaron unas 10 colmenas de miel. En este sentido, el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalidad de Cataluña ha reforzado las medidas de prevención ofreciendo unos seguros que cubren la totalidad de los animales muertos y que suponen una inversión de 247.000 €.

En este contexto de posible crecimiento de las poblaciones de oso en Cataluña, un grupo de alcaldes del Pallars están trabajando para intentar compatibilizar la convivencia de los osos y las personas y el control regulado de las diferentes actividades que se pueden realizar en la naturaleza. En este sentido, el mes pasado hicieron una visita a Asturias con técnicos de la Fundación Oso Pardo y Ens oficials para informarse mejor sobre la gestión del oso para poder extrapolar lo que convenga a sus lugares.

Cantabria cuenta con unos 300 ejemplares de oso pardo (nunca ha desaparecido la especie) y esto ha supuesto un beneficio económico en la zona sobre todo en el sector del turismo, ya que se ha trabajado mucho el merchandising del oso a nivel de recuerdos o souvenirs, de turismo gastronómico, sensibilización y educación ambiental, así como a nivel de reclamo en el sentido de poder observar un animal emblemático y poco común en la naturaleza.

Situación poblaciones de oso cantábrico. Fuente: Fundación Oso Pardo

A diferencia de Cataluña, en la zona de la cordillera cantábrica donde habitan los osos no hay tantos rebaños de ganado ovino, lo que disminuye los daños sobre estos animales domésticos. Como contrapartida, el atractivo turístico que rodea al oso ha hecho que haya mucha masificación en los bosques y esto está comportando algún problema de incompatibilidades entre los diferentes usos que se llevan a cabo en el medio, como puede ser la caza, el turismo, el excursionismo o la actividad agraria y/o forestal.

Alcaldes de visita en Asturias

Los alcaldes pallaresos pretenden seguir estudiando la mejor forma de gestión, una gestión que debe permitir garantizar un equilibrio donde todo el mundo pueda trabajar y disfrutar de la naturaleza de la mejor forma posible. Sin duda, esto implicará establecer unas regulaciones muy bien definidas, como limitar puntos de vigía en exclusiva para visitantes que quieren disfrutar de la berrea del venado y puntos en exclusiva para cazadores. La mayoría de cazadores de la zona aceptan estas posibles medidas porque aseguran que podrían practicar su actividad con mayor calma y sin suponer un peligro para nadie. En el mismo sentido, comentan que la presencia del oso no les ha supuesto, de momento, ningún conflicto (los osos en la temporada de mayor presión cinegética están hibernando, lo que hace también minimizar situaciones de conflicto) y que están en contacto directo con los técnicos del proyecto para aportar datos y colaborar en todo lo necesario.


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